El día de hoy se conmemoran 74 años del lanzamiento de la primera bomba atómica con fines bélicos. El objetivo fue la ciudad de Hiroshima, una de las pocas ciudades que habían permanecido intactas durante la guerra.
El estallido ocurrió el 6 de agosto de 1945 a las 8:15 de la mañana y mató, de forma instantánea, a varios miles de personas. Hacia el final del año, la suma total llegaría a alrededor de 140,000 decesos. Las secuelas de la radiación se dejaron sentir en la población por varios años.
Tres días después, lo mismo ocurriría en la ciudad de Nagasaki.
A partir de entonces, la identidad de la ciudad cambió para siempre. Hiroshima había sido un sitio relativamente importante como centro logístico y de abastecimiento para el ejército imperial. A partir del bombardeo, la ciudad se convirtió en un bastión para la lucha por la paz que aún hoy continúa exigiendo a su gobierno nacional que se una a los esfuerzos por eliminar las armas nucleares.
Distintas historias se han enfocado en transmitir a las generaciones que siguieron, el horror de la guerra. Una de las más recordadas, sin duda, es La tumba de las luciérnagas, de Isao Takahata. En específico el bombardeo de Hiroshima inspiró el manga semiautobiográfico de Keiji Nakazawa, Hadashi no Gen; así como el de Fumiyo Kōno, In this Corner of the World. Ambas historias han sido adaptadas como anime.
Hoy recordamos a las víctimas de ese hecho atroz y nos unimos a las voces que exigen paz.