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Opinión | Yuragi-sou no Yuna-san: escándalo, censura y representación

La semana pasada, una usuaria de Twitter publicó un hilo denunciando una forma bastante astuta con la que Tadahiro Miura y la revista Weekly Shonen Jump le dieron la vuelta a la censura en Yuragi-sou no Yuna-san. La imagen en cuestión muestra a Yuna en una posición claramente sexual, pero con los pezones cubiertos, convenientemente, por vapor. Sin embargo, con la adecuada iluminación, los pezones se vuelven visibles, cortesía de una viñeta posterior.

https://twitter.com/Sobatake397/status/1188483975708205056

Para los lectores de esta serie en particular no es ninguna sorpresa que su contenido tienda a ser abiertamente sexual. Pero quien denunció el hecho enfatizó un aspecto crucial: la revista está dirigida a público adolescente y su rango de lectores abarca desde niños en edad escolar hasta jóvenes adultos. Para la denunciante (que terminó borrando su cuenta en la red social), esto tiene un mensaje más siniestro: es como si la revista declarara estar dispuesta a “doblar” las reglas con tal de salirse con la suya. Los comentarios, obviamente, despertaron un aguerrido debate en redes sociales.

De publicarse este manga en una revista para adultos, quizá no habría resultado en tal escándalo, pero la Weekly Shonen Jump no sólo es una revista orientada a lectores jóvenes, sino que es la de mayor circulación en el medio. De ahí que su potencial para contribuir a moldear ciertas posturas es bastante amplio.

Aunque las razones por las que la tuitera cerró su cuenta son inciertas, es muy probable que haya recibido una cantidad significativa de mensajes de odio de los fans. No es la primera vez que pasa y seguramente no será la última. Así que vale la pena preguntarse, ¿qué es lo que defienden?

El problema de la representación

Algunos dicen que lo que está en juego es la libertad de expresión. Otros, que se trata de una imposición de valores occidentales en una cultura ajena. No son pocos quienes se atreven a decir que seguramente es una coincidencia. Lo cierto es que, fans o no de la serie en cuestión, parece haber cierto consenso en mantener vigente el fan service, especialmente en series como la de Yuna-san, estos tiempos en los que cada vez más mujeres buscan ser representadas de otra manera. en series como

Por mi parte, creo que conviene recordar que, en Japón, la censura no es una importación de Occidente. Baste mencionar los esfuerzos por el gobierno de los Tokugawa de inhibir “conductas perniciosas” en los barrios de placer de Edo, desde la comercialización de estampas eróticas shunga, hasta la representación escénica de ciertos temas.

El deseo sexual, que nos es natural, y la representación de éste ha acompañado a todas las culturas desde siempre. Sin embargo, es verdad que mucha de esa representación pasa por terrenos cuestionables: desde la violencia sexual en algunos títulos yaoi a la objetivación de las mujeres en series como Yuragi-sou no Yuna-san.

El fandom se transforma

¿Que esto siempre ha existido? Sí, sin duda. Lo que ha ido cambiando paulatinamente es que cada vez hay más mujeres que se involucran con la cultura del anime y el manga en todos los niveles. La consumen, la crean, la difunden y, desde luego, la transforman y enriquecen. También es natural que demanden ser representadas de otra manera. Y aunque no es poco lo que se ha avanzado al respecto, aún hay mucho camino por recorrer.

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freudchicken

Editor en Tadaima. Especialista en Estudios sobre Japón. Entusiasta de las historias y sus lenguajes.

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