Cuando yo era niño, era común que mi abuelita y mis tías dijeran que los hombres debían tener tres cualidades: ser feos, fuertes y formales; y se esperaba que los niños –futuros hombres– fueran poco a poco adaptándose a ese patrón. No sé de dónde habrán sacado esa noción, pero, como es de suponerse, ningún niño se sentía a gusto considerándose feo. Las otras dos cualidades no estaban del todo mal: la fuerza servía para impresionar a propios y extraños con lo que uno pudiera hacer; y quienes la tenían, no dejaban pasar ninguna oportunidad para presumirla. La formalidad, por otro lado, estaba que ni mandada a hacer para quedar bien en ese mundo lleno de adultos y expectativas (portarse bien, hacer las tareas, ayudar en casa, etcétera). No sé si ese modelo de masculinidad siga vigente. Lo traigo a colación, sin embargo, porque estoy muy sorprendido de haberlo reencontrado en un anime de 2015: Ore Monogatari!!
Hasta donde vamos, relata la vida de Takeo Gōda: un chico en su primer año de preparatoria que destaca por su enorme estatura, su gran fortaleza física, sus modales anticuados y su pertinaz fealdad. Un hombre de los de antes, pues.
Junto a Takeo siempre está Makoto Sunakawa, su mejor amigo. Suna (como se le dice cariñosamente) es tan discreto que probablemente pasaría desapercibido, si no fuera porque es extraordinariamente guapo. Como es natural, todas las chicas atribuyen a su silencio cualidades misteriosas que lo hacen, si cabe, todavía más atractivo.
Takeo y Suna son grandes amigos, pero una constante en su relaciónes que todas las chicas de quien Takeo se enamora siempre están perdidas por Suna. Cuando Takeo rescató a Rinko Yamato de un acosador en el tren (previamente alertado por Sunakawa), cualquiera pensaría que la historia estaba por repetirse. Desde el jardín de niños fue así y en todos los casos, sistemáticamente, Suna rechazó a las chicas en cuestión sin siquiera pestañear.
Aunque Takeo es un tipo notablemente amable y generoso, es común que la gente lo evite. El discurso central es muy simple: la mayoría de la gente es tan superficial que rehúye al gigantón sólo por ser un gigantón y, en cambio, se acercan con facilidad al chico guapo y discreto. Está tan acostumbrado que incluso aprendió a gratificarse con sus propios pensamientos: “lo que importa es hacer el bien”, “por lo menos tuve la oportunidad de comer unos ricos pastelillos”, “es una buena chica, será muy feliz al lado de Suna”, etcétera. Es todo un caballero, uno muy dispuesto a hacerse a sí mismo a un lado, por el bienestar de otros.
Esta es una historia por todos conocida. Y, acostumbrados como estamos a la narrativa habitual de un anime, lo esperado sería que tras una serie de enredos y malos entendidos, Takeo y Rinko formarían una pareja y ¡listo!: final feliz.
Excepto porque no fue así.
Rinko y Takeo son novios y no es sino el capítulo 3 (de 24). ¿De qué va a tratar el resto? ¿Dónde quedaron nuestros enredos y malos entendidos?
Hay una divertida secuencia en el opening de Ore Monogatari!! en la que se representa la escena paradigmática de King Kong, con Takeo en el papel del gran simio y, en el lugar de la damisela en peligro: Suna (Rinko también aparece, pero en el papel del piloto). No quiero especular demasiado sobre esa imagen, pero me parece claro que Suna tiene un papel mayor que el de simple acompañante (y pretexto) para la historia de Takeo. Después de todo –y volviendo a la idea de la que partí–, él también es un modelo de masculinidad. ¿Pero de qué tipo? ¿Tienen algo en común?
Si tuviera que decir una sola cosa, creo que sería “confiabilidad” (en inglés diría dependable: que se puede depender de ellos). Excluyendo la fealdad, la fuerza y la formalidad no son sino manifestaciones de la confiabilidad, de la seguridad que se puede sentir alrededor de alguien. Takeo es confiable hasta extremos que podrían ser peligrosos para sí mismo (capítulos 2 y 4, por ejemplo), y Suna, fiel a su manera discreta, lo es también: fue él quien, en primer lugar, notó el acoso del que Rinko fue objeto. Y así como fue rechazando a sus pretendientes porque las juzgaba malas personas (por la manera en que éstas hablaban de Takeo), también sentó las bases para que la pareja se formara. Él es, ciertamente, el ogro azul de aquella historia que coprotagonizaron en la infancia.
Así que Ore Monogatari!! no sólo es una historia de amor. Es una de amistad entre dos ogros que, si hacemos caso a aquella fábula, terminará disolviéndose cuando tomen rumbos distintos. Cosa que puede ser triste, pero no necesariamente mala. Incluso –aquí sí me atreveré a especular–, se tratará de integrar al ogro azul a la comunidad formada por el ogro rojo. A hacer de una amistad y un romance, una comunidad de cariño mucho más grande. Grande como Takeo, pero con mejor aspecto.
Ore Monogatari!! está disponible mediante el servicio de Crunchyroll.