O Maidens in your Savage Season, la historia de cinco chicas en el proceso de descubrir su sexualidad, es una de las mejores series que, a mi juicio, ofreció la temporada de verano. En parte, esta evaluación surge de lo atractivo que es su tema y lo mucho que resalta en una temporada predominada, como suele ser, por series que privilegian la acción.
Pero la verdadera razón por la que creo que es una gran alternativa va más allá. El tema de la sexualidad humana es tan complejo que son infinitas las teorías que tratan de diseccionarlo. Lo mismo ocurre con la literatura que lo explora: es tan basta, que es evidente que el sexo nos apasiona, intriga y confunde. Así que hay cierta valentía en intentarlo y O Maidens in your Savage Season lo hace de un modo espléndido.
Para hacerlo, esta serie recurre a las cinco chicas del club de literatura que, intrigadas por los distintos abordajes que los autores que leen hacen de lo sexual, comienzan a explorar sus propias ideas. Niina lo pone todo en pocas palabras: quiere saber qué se siente tener sexo. Esa declaración, simple y llana, derrite el delicado equilibrio de la cuestión. ¿Qué piensan las demás?
Rika, que tiene un sentido de lo moral muy arraigado, aprecia el arte que el sexo inspira, pero la contraria saber que se trata de un acto sucio, desordenado, que remite a lo primitivo. Hitoha, que tiene aspiraciones como escritora, también está intrigada, pero en otro sentido. Quiere vivirlo para saber cómo expresarlo. Por eso mantiene conversaciones nocturnas con extraños en Internet, tratando de excitar, con palabras, al que se esconde detrás de la pantalla. Momoko y Kazusa tienen interés, pero quizá también miedo y prefieren no pensar en ello.
Tan sólo ese punto de partida da cuenta de que, pese a tratarse de algo ‘natural’, el sexo está imbuido de una enorme cantidad de significados.
El sexo y sus múltiples vicisitudes
Sin entrar en muchos detalles de la trama, a lo largo de sus doce episodios la serie intenta equilibrar el camino de descubrimiento de estas cinco chicas a través de conflictos que surgen entre ellas y con otros personajes. Por ejemplo, lo que significa para ellas ver a otras personas como objetos sexuales y saber que son vistas de igual manera. La diferencia del amor y el deseo sexual. La incertidumbre que surge cuando más de una se interesa por el mismo chico. Lo que ocurre cuando una descubre que quien le atrae, no es del sexo opuesto. Y, por supuesto, que el amor no es cosa simple.
Como es natural, casi todo ocurre en el contexto de la escuela, así que parte tanto la socialización como la fiscalización de lo sexual en adolescentes también está presente. La angustia de las chicas es patente al darse cuenta de que realmente no pueden recurrir a los adultos, que están solas en esto. En este terreno, los casos más significativos son el de Niina y Hitoha.
El interés de Niina por el sexo tiene que ver con un profesor de su pasado: un célebre director artístico con tendencias perversas, en el sentido psicoanalítico del término. Su relación con Niina se basa más en el deseo que en la consumación, en un constante estado de zozobra que tiene que ver con conservar la idealización. Esto hace que Niina sea particularmente consciente de la mirada de los otros que no la vuelve sólo un objeto. Esta posición de partida tiene implicaciones serias en su vínculo con Kazusa, que sufre precisamente por la convicción no ser vista como un objeto sexual y con Izumi, de quien Kazusa está enamorada.
Hitoha, por su lado, desarrolla un crush por el profesor Milo luego de que descubren que han estado manteniendo conversaciones sexuales en línea. El profesor, sin embargo, no está interesado en concretar nada con una de sus estudiantes, así que su relación consiste en infructuosos intentos de Hitoha que terminan siempre en frustración. A través de ese vínculo, la chica erosiona aún más su autopercepción y se obsesiona. Para fortuna de ella, y de las demás chicas, el profesor se esfuerza por entenderlas y servirles de apoyo, aunque en el proceso pisa terrenos sumamente espinosos.
Demasiados sentimientos para equilibrar
La mayoría de los episodios giran en torno a alguno de estos aspectos y las historias tanto individuales como conjuntas se intentan mantener en equilibrio. Mari Okada, que escribe el guión y también es autora del manga original, logra mantener ese estado la mayor parte del tiempo, pero son tantas las líneas que se abren que no siempre lo consigue. Por eso es que, a medida que se acerca el clímax, las cosas se sienten cada vez más apresuradas.
La que más sufre de este desequilibrio es Momoko. Sin experiencia previa, Momoko descubre que no siente interés por los chicos en el proceso de recibir la atención de uno de ellos. Confundida, acompaña a Kazusa y Niina hasta descubrir que la admiración que siente por la segunda pasa también por el deseo. Absolutamente sola en ese descubrimiento, el triángulo que comienza a desenvolverse ante sus ojos la lastima profundamente, pero la serie se ve obligada a relatarnos su tribulación de manera muy apresurada.
Aun dejándome un tanto insatisfecho, la sensación que me queda no es de amargura sino de deseo. Habría querido que esta serie durara el doble y pudiéramos profundizar aún más en lo que vive y siente cada personaje.
Sin embargo, sumándolo todo, el resultado sigue siendo positivo. Un tema complejo, pero tratado con honestidad y humor, siempre nos lleva a buen puerto.
Quiero leer el manga.
O Maidens in your Savage Season está disponible mediante el servicio de HiDive.