La película de Osomatsu-san se desenvuelve a partir de un evento que es familiar en la vida adulta: una reunión de exalumnos. Escenarios de presunción, muchos comensales sienten la necesidad de demostrar que han escalado más alto que sus compañeros en la pirámide social. Unos tienen empleo bien remunerado o están haciéndose espacio en la academia. Otros tienen familia propia e incluso hijos. El reencuentro sirve para presumir, contrastar y, en última instancia, autoafirmar que las decisiones tomadas fueron las correctas.
Excepto que este no es el caso de los sixtillizos Matsuno. Los seis hermanos ocupan el lugar más bajo de la escala. Son NEET (Not in Employment, Education or Training) o ninis, como los llamaríamos nosotros. Y eso, automáticamente, parece autorizar a los demás a hacer mofa de ellos.
Desde el lanzamiento de su serie (en aquel episodio 1 que fue borrado de todas partes por infringir tantos derechos de autor), la angustia de no encajar en las expectativas de la sociedad ya flotaba en el ambiente. En aquel momento se burlaron de todo y lo ridiculizaron de tal manera, que las nuevas tendencias parecían absurdas. Pero la ansiedad estaba ahí y sirvió siempre como un motor para el humor. La película -que se estrenó en Crunchyroll el pasado viernes- continúa con esa herencia y la explora de forma retrospectiva.
El recurso al que se alude es una reminiscencia surgida del arrepentimiento. En sus últimos días como preparatorianos, los sixtillizos no son tan unidos como los vimos siempre. Presionados por sus pares, cada uno intentó diferenciarse de sus hermanos para encajar en la sociedad. Una total paradoja, si lo observamos con detalle, pues la sociedad japonesa es famosa por su insistencia en la homogeneidad.
En la búsqueda de aquel arrepentimiento olvidado, los hermanos se redescubren como farsantes y cuestionan sus valores. ¿Por qué era tan importante ser percibido como amenazador, como hizo Jyushimatsu? ¿Qué valor tiene ser aprobado por los superiores, como buscaba Choromatsu? ¿Cuál era el punto de tener amigos aun siendo de naturaleza solitaria, como hizo Ichimatsu?
Con su habitual sentido del humor, que transita desde el pastelazo hasta la comedia autorreferencial, la película de Osomatsu-san expone de una manera muy clara la hipocresía que hay en la facilidad de los juicios que hacemos. Denuncia, aunque indirectamente, la miopía de quienes sólo ven en los sixtillizos la terrible etiqueta de los NEET; ignorando el valor de la camaradería, la amistad y la familiaridad que sólo una familia como esa podría tener. Y para hacerlo, recurre a la magia que nace de unos ojos más sensibles que los de la mayoría, quizá porque la cercanía de la muerte siempre sabe hacerlo todo más claro.
Osomatsu-san es un homenaje a la obra clásica de Fujio Akatsuka, Osomatsu-kun. Su primera temporada se transmitió en 2015 y la segunda en 2017. Ambas, así como la película, están disponibles en Crunchyroll.